¿Qué es el vínculo afectivo o el apego?
El apego o vínculo afectivo es la principal fuente de seguridad en la infancia y una de las fundamentales en la vida adulta, en nuestro blog Por una de tantas, te contamos todo lo que debes saber para crear ese desarrollo afectivo-emocional.
¿Qué es el vínculo afectivo o el apego?
El vínculo afectivo puede traducirse como el apego que sienten padres e hijos entre sí. Este apego, si se desarrolla correctamente en la infancia, puede garantizar alta autoestima, confianza en los demás y buenas relaciones personales en la adolescencia y en la adultez.
Crear un vínculo afectivo es un proceso gradual, que no sucede en minutos o en un par de horas. Es cierto que algunos padres sienten un apego al bebé inmediato, mientras que otros requieren de días o de un par de semanas para forjarlo; sea cual sea el caso, los neonatos están preparados para apegarse de inmediato.
Muchos pediatras citan como indicadores básicos los abrazos, los besos, las miradas... para la creación de ese vínculo entre madre e hijo. Además, para un bebé esta primera relación de apego tiene una gran importancia, porque suele ser el modelo más significativo para las relaciones que establecerá en el futuro. La forma en que cada persona aprende a ser, tiene su origen en las experiencias tempranas que tenemos con nuestras madres o con quien nos haya cuidado en los primeros días de nuestra vida.
Los actos de coger al bebé, cantarle, mirarlo, besarlo, alimentarlo o mecerlo son todas experiencias de vinculación. Los expertos creen por tanto que, para generar este apego, hay que fomentar este contacto positivo con el bebé ya que estos actos causan respuestas en el cerebro del bebé e inciden directamente en el desarrollo emocional, social, fisiológico o de la conducta del niño para toda su vida.
¿Cuándo se crea este vínculo?
Hoy en día, podemos afirmar que el vínculo se crea antes del propio nacimiento, pues el bebé percibe todo un universo de sensaciones dentro del útero, las cuales harán que "sienta" la necesidad de estar unido a su madre.
La voz materna es capaz de pasar de manera muy clara por encima del sonido de la placenta, siendo la que mejor distingue de otros sonidos. Una vez nacido, al bebé se le acelera el corazón cuando su madre canta y cambia de postura cuando ella habla. Todo esto hará que el recién nacido sea capaz de procesar la palabra materna, se estimule con ella y esté familiarizado con la misma. Por lo tanto, desde antes del propio nacimiento, se crea un vínculo con el bebé, que hará que, al nacer, pueda reconocer a la madre.
¿Cómo facilitamos las experiencias afectivas y de socialización?
La habilidad para reconocer y expresar emociones, sentimientos, interaccionar con las personas que rodean al bebé para que pueda socializar, y establecer vínculos afectivos, es lo que se denomina el área de desarrollo afectivo- emocional.
Dentro de este área se pretende mostrar al niño un cúmulo de experiencias afectivas y de socialización que le permite sentirse querido, seguro y comprendido, con la capacidad de relacionarse con otros. Y, ¿cómo lo hacemos? A través de actividades y juegos que crearán mamá y papá.
Entre los 0-2 meses
• Tomar al bebé en brazos, acariciarlo, mecerlo, cantarle, no temer al dicho 'no le tomes tanto en brazos o se acostumbrará' pues sí, es cierto que se acostumbrará, pero a ser querido, todo el mundo quiere eso, o ¿no?
• ¡Canta y baila! exprésale tus sentimientos hacia él, míralo a los ojos, llámalo por su nombre y sonríele. Ponerle diferentes músicas lentas y rápidas.
• Dale un masaje como una herramienta para fortalecer el vínculo afectivo. Todo lo que se haga con el bebé debe ser dirigido a proporcionarle seguridad y confianza
Entre los 2-6 meses
• Habla todo el rato con tu bebé, llama su atención, y permítele poder observar su imagen a través del espejo.
• Para que nuestro bebé se acostumbre también a las relaciones nuevas con personas extrañas, tendremos que acercar al bebé a ellas y presentárselas, demostrándole que son las relaciones interpersonales, es importante sobretodo de cara a empezar la escolarización.
• Motivar al bebé constantemente, por medio un incentivo, este incentivo puede ser un abrazo, una palabra amorosa, cosquillas, juegos con sonajeros.
• ¡A esconderse!, y cuando el bebé emita un sonido aparece, si éste no responde a esta acción y permanece en silencio, entonces motívalo emitiendo un sonido o un ruido para que él pueda asociar su aparición. Juegos como el cucú-tras... En esta etapa estos juegos son muy importantes ya que el bebé necesita tener a su figura de apego siempre visible.
•Juega imitando al bebé, si tose, si abre la boca, si palmotea, o sonríe tu harás lo mismo. Así como mostrarle con gestos los distintos estados de ánimo, feliz, triste, enfadado etc.. Manipular paneles de actividades juntos...
Es fundamental la formación del vínculo afectivo entre los padres y el bebé, pues la fortaleza de estos lazos consolidará las bases de su autoestima. Entre más expresiones de afecto y cariño sienta el bebé mayor será su seguridad y la confianza con otras personas, lo cual facilitará la creación de nuevos vínculos emocionales
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