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¿Cómo trabajar el control de esfínteres con mi hijo?

LLega el buen tiempo y el final de la Escuela infantil, tu bebé se hace mayor, y nos surgen muchas dudas, ¿Cómo comenzamos con la retirada del pañal? ¿Por donde empezar? ¿Cómo hacerlo de forma respetuosa? No dejes de leer este post hasta el final, te contamos cómo.


Comienzan ahora las prisas por "quitarle el pañal" principalmente porque en Septiembre comenzará una nueva etapa en su vida el "cole de mayores" y como muchos ya sabeís no es que pase en todos los centros, pero en muchos no dejan que niños y niñas vayan con pañal a clase, pese a que de ese modo podrían estarse violando varias leyes y derechos fundamentales de los niños (y es que no se hace pensando en lo que es mejor para cada peque, sino por una cuestión logística: no hay personal de apoyo suficiente para atender adecuadamente a todos los menores).


El control de esfínteres marca un gran paso en el desarrollo del niño, ya que es una conquista en el camino a su autonomía.
Es el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria controlada, por lo que el adulto no es quien enseña, sino quien acompaña y facilita este proceso.


Este proceso suele ocurrir entre los los 2 y los 3 años, sin embargo, debemos considerar que puede darse antes o después. Todo dependerá del ritmo de cada niño y su madurez, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Es importante notar que antes de esta edad el proceso de vaciar la vejiga y los intestinos es una acción refleja.


Este proceso fisiológico es el resultado de dos factores:


Por un lado, es necesaria la maduración neurobiológica que hace que el niño sienta la necesidad de orinar o defecar, lo que permite la apertura y cierre de la uretra y el ano a voluntad, esto ocurre alrededor de los 18 meses.
El otro aspecto corresponde a la preparación del niño para “desprenderse” de algo que ha producido su cuerpo.
Es importante entender que este proceso corresponde al niño, ya que involucra su voluntad. Es él quien decidirá el momento de quitar el pañal.


¿Cómo preparamos al niño para quitar el pañal?

  • Desde su nacimiento y primeros meses, al realizar los cambios de pañal, la madre o padre pueden verbalizar el proceso que van realizando, acompañandolo siempre de sus objetos de apego como agarre. 
  • Ejecutar movimientos suaves y respetuosos, estando receptivo a las respuestas y gestos y dando respuesta a ellos, le ayudará a tomar conciencia de su cuerpo.
  • Cuando el niño ya camina, se deberá realizar el cambio de pañal de pie y, preferentemente, frente a un espejo. Esto permitirá que pueda ser partícipe de todo el proceso: lo que implica bajarse la ropa, quitarse el pañal, ponerlo en el contenedor, ver y sentir la diferencia de un pañal seco y uno mojado, etc.

¡Ayúdalo a ser independiente!


Conforme va creciendo, el niño muestra interés por realizar actividades que lo llevan alcanzar su autonomía: vestirse y desvestirse, peinarse, lavarse los dientes, colaborar en tareas sencillas de la casa, comer y beber solito etc. Es necesario alentarlo y permitirle llevarlas a cabo por sí mismo (prestando solo la ayuda necesaria si el niño la pide), esto le hará descubrirse como un ser capaz y confiar en sus habilidades.


¿Cómo saber cuándo está listo?


El niño necesita desarrollar ciertas habilidades físicas, emocionales y verbales:

  • Que el pañal permanezca seco por períodos más largos.
  • Que su nivel de lenguaje le permita expresar por lo menos con una palabra lo que necesita.
  • Poseer destrezas motrices como saltar, subir, bajar, correr, etc.
  • Tener noción de su estructura corporal, ayúdale jugando con muñecos también..
  • Mostrar interés por el inodoro (WC) u orinal.
  • Empezar a imitar a los niños mayores y realizar juego simbólico.
  • Poder seguir instrucciones sencillas.
  • Mostrar interés en hacer las cosas por sí mismo.

¿Cómo ayudar al niño en su proceso de dejar el pañal?

  • Respetar sus iniciativas y ritmos de desarrollo.
  • Disponer del tiempo suficiente para estar atentos al niño.
  • Preparar un ambiente agradable en el baño, podemos poner una cesta con cuentos relacionados.
  • Confiar en las capacidades del niño.
  • Evitar castigos, recompensas, regaños y amenazas.
  • Tener horarios para invitar al niño a ir al baño, preferentemente, antes y después de cada actividad para procurar no interrumpirlos y evitar que vayan de mal humor al baño.
  • Vestirlo con ropa cómoda que él pueda subir y bajar.
  • Contar con una mochila con ropa interior suficiente y un neceser para su aseo.
  • Ser acompañados con empatía, cariño, entusiasmo y comprensión en sus esfuerzos.
  • Evitar ponerle el pañal en determinados momentos por interés del adulto, ya que lo único que haremos será confundirle.

Esperamos que os haya gustado esta nueva entrada en nuestro blog, ya sabes si es así no dejes de compartir y darle a me gusta.


Por una de tantas... experiencias vividas juntos.

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